Esta medida recibió amplios elogios de la comunidad de criptomonedas, pero se enfrentó a una fuerte oposición del sector financiero tradicional. Los críticos argumentan que adoptar Bitcoin como moneda de curso legal podría generar inestabilidad y riesgos innecesarios para la economía del país.
El presidente Bukele ha argumentado que la adopción de Bitcoin ayudará a que más salvadoreños se incorporen a la economía formal, especialmente porque más del 70% de la población no cuenta con servicios bancarios. Este fue un tema clave en la conferencia de Bitcoin del 17 de mayo. También ha afirmado que las criptomonedas podrían liberar a los países en desarrollo de las limitaciones de los sistemas financieros tradicionales. El Salvador considera que su experimento con Bitcoin ha sido exitoso y espera inspirar a otros países a seguir su ejemplo.
Aparte de El Salvador, la República Centroafricana es el único país que ha adoptado el bitcóin como moneda de curso legal. Panamá también está trabajando en una legislación para promover el uso del bitcóin, aunque no lo considerará moneda de curso legal.
¿Es demasiado arriesgado utilizar Bitcoin como moneda de curso legal?
Mientras El Salvador impulsa a otros países en desarrollo a adoptar Bitcoin como moneda de curso legal, es crucial examinar los riesgos asociados a dicha decisión. La población salvadoreña, en general, protestó por la adopción de Bitcoin, argumentando que beneficia principalmente a los inversionistas, no a la gente común. Dado que aproximadamente la mitad de la población carece de acceso a internet, aún no está claro cómo se espera que utilicen Bitcoin para sus transacciones.
Uno de los riesgos más importantes de usar Bitcoin como moneda de curso legal es su volatilidad inherente y el hecho de que Bitcoin no está respaldado por ningún activo. Las frecuentes fluctuaciones de precio de Bitcoin representan una amenaza para la economía y el ahorro de los ciudadanos. Los analistas financieros temen que esta inestabilidad pueda repercutir en economías enteras.
Instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, también han expresado su preocupación por esta política. Advierten que adoptar Bitcoin como moneda de curso legal podría exponer al país a actividades ilícitas, como el lavado de dinero.
Algunos partidarios de las criptomonedas también han señalado la ironía de que un gobierno adopte una moneda diseñada para reducir el control gubernamental.
Para fomentar su adopción, El Salvador lanzó su propia billetera digital, Chivo. Quienes la descargaron recibieron un bono de $30 en Bitcoin. El país también ha establecido 200 cajeros automáticos y 50 centros de consulta donde los residentes pueden retirar fondos.
Aunque el país ha enfrentado pérdidas debido a la reciente caída de los precios de las criptomonedas, el experimento de Bitcoin de El Salvador generalmente se ha considerado un éxito.